“Mi casa es su casa”. David Lau repite en castellano una frase que aprendió de un argentino. El gran rabino de Israel, una de las máximas autoridades religiosas de este país, recibió ayer en Jerusalén al gobernador, Juan Manzur, que fue acompañado por el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin (ofició de traductor), por el diputado nacional Pablo Yedlin y por el intendente de Banda del Río Salí, Darío Monteros. Al encuentro también asistió Agustín Zbar, presidente de la AMIA. Lau no hace ostentaciones. Su pequeña oficina está instalada en el edificio de la Corte de Apelaciones; atiende cuestiones judiciales vinculadas con lo familiar.
Durante la charla, Manzur le comentó que, durante las festividades del Bicentenario, la comunidad jurídica ofrendó la Sefer Tora (los primeros cinco libros de la Bibilia, en el Antiguo Testamento) como homenaje a la fecha patria. “Es muy emocionante ver que la palabra paz estuviera escrita en hebreo y en castellano”, le dijo el gran rabino al gobernador al observar las fotos del libro obsequiado por el mandatario tucumano. “Este libro enseña a vivir en paz a todo el mundo”, agregó. Lau prometió visitar Tucumán hacia fines de agosto del año que viene o principios de septiembre en oportunidad de la inauguración de una sinagoga.
Al salir del encuentro, Zbar dijo a LA GACETA que el gran rabino es una de las máximas autoridades para la aplicación de la ley judía en el mundo. “Generalmente se requiere en casos de interpretación y se recurre a él para que sean resueltos”, indicó.